La comunidad ecuatoriana de la Iglesia de Nuestra Señora del Loreto celebró un año más su fiesta anual de la “Virgen del Cisne”. Esta es una fiesta que se celebra principalmente en la región de Loja, Ecuador. El nombre de esta devoción se debe a la llamada “Orden de los Caballeros del Cisne”, con origen en Europa, que solía construir iglesias en las cimas de las montañas en honor a la Virgen. Tutelados por los franciscanos, estos sacerdotes estuvieron vinculados a la fundación de Loja.
Es una devoción con cuatro siglos de historia. Las versiones sobre su origen son variadas, según la propia web de la Basílica del Cisne.
Una de ellas tiene que ver con una aparición de la Virgen tras una hambruna que asoló la región debido a una intensa sequía, cuando sus habitantes habían decidido abandonar el lugar. Debido a esto, la versión indica que la Virgen les pidió que se quedaran en el lugar y que su deseo era que se construyera allí una iglesia.
Con el paso de los años, la devoción aumentó. Los indígenas construyeron un santuario en el lugar y recién en 1934 se construyó el santuario que aún se mantiene en pie. Incluso, un decreto de 1826 de Simón Bolívar permitió establecer una visita de la Virgen a la ciudad de Loja, además de una feria anual para su veneración.
Es por todo esto que esta imagen de la Virgen seguirá cautivando el corazón de los ecuatorianos. Sin duda, una tradición de muchos años y también un polo de atracción para muchos otros que vienen de lejos, siendo la caminata de más de 70 kilómetros durante tres días una de las peregrinaciones más famosas de la región.
Para saber más sobre esta devoción, lea el artículo de Aleteia
