Porque el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir.

Mateo 20:28

El centro de nuestro ministerio es el compromiso constante de representar el espíritu de Cristo mediante actos de hospitalidad y servicio. Creemos que, al ofrecer una calidez y compasión genuinas, podemos crear un espacio en el que todos se sientan bienvenidos, aceptados y amados.

A qué nos dedicamos

Nuestros dedicados equipos garantizan el buen funcionamiento de cada misa, asumiendo diversas responsabilidades para mantener el carácter sagrado del servicio:

1. Bienvenida: Saluda a los parroquianos a su llegada, ofreciéndoles sonrisas amables y asistencia.
2. Acomodación: Guía a los asistentes a los asientos disponibles, asegurándose de que todos encuentren un lugar cómodo para sentarse.
3. Ofrenda: Supervisa la colecta de ofrendas durante la Misa, un reflejo de la generosidad y devoción de nuestra comunidad.
4. Apoyo a los Ministros de la Eucaristía: Ayuda a los Ministros de la Eucaristía durante la Comunión.
5. Orden: Mantiene el orden durante todo el servicio, asegurando un ambiente seguro y acogedor para todos los asistentes.

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